Casi tan antigua como la electrónica misma, la Ley de Ohm nos acompaña en cada circuito que diseñamos o desarrollamos. Además, su comprensión nos permite manipular tensiones, corrientes y resistencias en un circuito sin necesidad de complejos cálculos y engorrosos procedimientos. Utilizando apenas las cuatro operaciones fundamentales podemos manejar muchos aspectos de circuitos que, al principio, pueden aparentar alta complejidad
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